Demuestran la importancia del eje hígado-cerebro en la enfermedad de Alzheimer

Investigadores del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han demostrado la importancia del eje hígado-cerebro en la enfermedad de Alzheimer, tras analizar el hígado de ratones con Alzheimer en los que han descrito alteraciones morfológicas, celulares y funcionales.

Según ha explicado Juan Fraile, investigador del Instituto de Neurociencias y primer autor de el artículo, con el que inicia su tesis doctoral, tradicionalmente, la investigación en enfermedad de Alzheimer se ha centrado exclusivamente en el estudio de las alteraciones cerebrales que presentan a las personas que tienen esta demencia.

Sin embargo, según Fraile, existe la hipótesis de que el estrés oxidativo y la inflamación, acentuados por el envejecimiento, pueden tener un papel importante en el desarrollo de la enfermedad.

En este contexto, el hígado, que es el órgano encargado de la regulación del metabolismo y apoya al sistema inmunitario, podría ser un órgano clave en su desarrollo y pronóstico, según los investigadores del Instituto de Neurociencias de la UAB, liderados por la profesora de Psiquiatría y Medicina Legal Lydia Giménez-Llort.

Con la colaboración del profesor de Ciencias Morfológicas de la UAB Josep Reig-Vilallonga, el equipo de Giménez-Llort ha estudiado esta hipótesis comparando ratones modelo de enfermedad de Alzheimer y ratones control de la misma edad avanzada y sexo.

Los hallazgos han revelado varios rasgos de disfunción hepática en los ratones enfermos, incluyendo hepatomegalia (hígado aumentado), la amiloidosis histopatológica (depósitos anormales de proteínas en los tejidos), estrés oxidativo e inflamación celular.

Recientemente, en otro estudio del mismo grupo, ya habían puesto en valor la implicación de los órganos periféricos en la enfermedad de Alzheimer y su importancia en los aspectos psicológicos de la patología.

Este nuevo estudio demuestra que existen alteraciones en el eje hígado-cerebro que se relacionan con cambios de comportamiento, como el aumento de la neofobia (miedo a la novedad), y que existen disfunciones en el eje hipotálamo-hipófisis- adrenal (HPA), que regula las respuestas al estrés.

"Vimos que los hígados de los ratones enfermos eran mayores y, al examinarlos en el microscopio, nos dimos cuenta de que mostraban patología hepática en forma de amiloidosis. Por eso decidimos profundizar en el estudio de las alteraciones que podrían estar produciéndose en el hígado y en la relación hígado-cerebro, poco estudiada hasta el momento", ha detallado Fraile.

"La evaluación histopatológica de las muestras de los ratones control también aportó nuevos datos sobre el proceso de envejecimiento. La esteatosis hepática fue el rasgo distintivo en el hígado de estos animales, y en el sexo masculino iba asociada a la obesidad corporal", ha añadido Reig-Vilallonga.

Los médicos ya conocían la implicación del hígado en la eliminación de la proteína b-amiloide, que se acumula en el cerebro de los pacientes de Alzheimer, así como la posible comunicación inflamatoria a través de factores proinflamatorios entre estos dos órganos.

Según los investigadores, esto es especialmente importante en edades avanzadas, cuando la barrera hematoencefálica se hace más permeable y permite que la periferia y cerebro estén más estrechamente en contacto.

En estos casos, el hígado, por su función de limpieza, se satura y aumenta su inflamación y estrés oxidativo, que hará que empeore la neuroinflamación y el estrés oxidativo en el sistema nervioso.

Además, aparte de la edad, los investigadores han demostrado la influencia del sexo (masculino) y el aislamiento (sobre todo el forzado, no deseado) en la progresión de la hepatomegalia, el estrés oxidativo y la inflamación, y el consecuente empeoramiento de la prognosis de la enfermedad.

"Las alteraciones del eje hígado-cerebro y la disfunción hepática observadas en los animales enfermos de nuestro estudio abren nuevas vías para entender los aspectos sistémicos de esta compleja enfermedad y facilitan identificar posibles objetivos para próximas investigaciones, incluyendo la perspectiva de sexo-género y el impacto de la soledad", ha concluido Giménez-Llort.